Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Casandra vio en sueños el futuro
En la sombra de una pesadilla Casandra leyó
Los versos de ese poema que aún no han escrito
Los dioses que, riendo, la hirieron con su maldición
Supo del hambre y de las guerras de siempre
De bufones celebrando el odio, bailando entre hogueras
De despedidas y de monstruos minerales
Bebiendo insaciables la savia dulce del planeta
Casandra vio a hombres y mujeres
Dormitando en sus burbujas
Tras las máscaras del miedo
Mas también vio la luz del alba
Asomar por la cancela que nadie jamás abrió
Supo que aún quedaban esperanzas
Que otros sueños la esperaban
Casandra habló a todos de sus sueños
Mas nadie la oyó
Nadie creyó en Casandra y sus visiones
Y la gente sólo vio en su augurio delirio y locura
La condenaron a vagar perdida y sola
Herejía es mostrar la verdad descarnada y desnuda
Abandonada tras los años la encontró
Un muchacho que andaba buscando esperanza y respuestas
Casandra habló con pasión de sus presagios
Y de la luz del amanecer brillando tras la puerta
Creo en ti Casandra. No estás loca
Se besaron y en su boca florecieron madreselvas
Dulce Casandra, ponte de pie
Yo te he conocido antes. Quizá te soñé
Hay quien duda ya y cree en la leyenda
Juntos buscarán la puerta
Dulce mañana
Yo, no sé tú...
Creo en Casandra
Hay quien duda ya y cree en la leyenda
Juntos buscarán la puerta
Dulce mañana
Yo, no sé tú...
Creo en Casandra