Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ya quisiera yo ser librepensador
No oír el rugir de tripas de tantos, ni su llanto, ni su dolor
Establecerme correcto, filósofo, neutral, independiente
Manejarme bien con toda la gente
Ya me gustaría a mí alinearme con los no violentos
Regalar flores, descalzo, arrancadas de algún tiesto
Sin tener que poner la otra mejilla para nadie
A no ser amenazado por ningún indeseable
El caso es que me afectan las cotidianas tristezas
La de los supermercados, la del metro y las aceras
También las que me quedan lejos
Las de los secos desiertos, las de las verdes selvas
El caso es que me parecen buena gente
Algunos luchadores del ocaso
Que se parten el pecho por ser escuchados
Que morirán en alguna esquina, tiroteados
Quisiera ser más listo, pasar de largo
Saberme libre de culpa y limpio de pecado
Y ser alma caritativa, Maria Goretti o santa
Sufrir sólo un poquito, sólo lo que Dios manda
No entender de política, ni de sus actualidades
Convencerme que es red de araña, nido de alacranes
Y mutilar mi alma y mi esencia de animal social
Saberme superior a tanta frivolidad
El caso es que me afectan, quizás demasiado
La tristeza de los suburbios, el drama urbano
Saber que seremos caníbales dentro de poco
Y que no habrá carne suficiente para todos
El caso es que me afecta, quizá más de lo normal
Tener tanto miedo al cruzar mi portal
Ver que arde mi ciudad o que sangra el asfalto
Quizá debería ver menos el telediario
Quisiera ser más listo, adoptar bien la pose
Librarme de etiquetas, hasta la de hombre
Y entender que sólo yo me entiendo
Y que no me entiende nadie
Ser un buen ciudadano formal y respetable
Omitir de mis canciones
Palabras como: compañero, obrero
Justicia, guerrilla, paz, hambre o miedo
Y hablar del amor, de cosas bonitas, de mis recuerdos
Contar alguna anécdota graciosa
De cuando era quinceañero
El caso es que me afectan las cotidianas tristezas
La de los supermercados, la del metro y las aceras
También las que me quedan lejos
Las de los secos desiertos, las de las verdes selvas
El caso es que me parecen buena gente
Algunos luchadores del ocaso
Que se parten el pecho por ser escuchados
Que morirán en alguna esquina, tiroteados...