Una Princesa de Mi Siglo

[Verso]
El sol entra por la ventana sin pedir pedir permiso
Da con sus ojos cerrados resguardados por dos tan suaves pestañas
Que le hacen de cobertizo
Su carita es un hechizo en un piso desordenado y sin aviso
Un ínfimo bostezo la despierta a ella
Tan simple tan bella en un oscuro paraíso
Gobernado por estrellas que el amanecer deshizo
Y tras un estirón de brazos se rehace sobre el piso
Sus pies blancos van besando la madera a cada paso
Su tobillo hay un delfín y en su espalda un feo payaso
Queda el guiso de ayer, engrasando cacerolas
A Alicia no le importa siempre y cuando duerma sola
Desnuda se desenvuelve hasta llegar al vanitorio
Y se deshace del lápiz labial y de su aparataje
Luciérnagas en su cara brillan como el linóleo
Y hacia abajo le dan paso al maltratado maquillaje
El agua helada hace que se le erice el corazón
Hasta que toma la toalla y se seca algo descuidada
Se viste con lo primero hace una cruda revisión
En el espejo oxidado de su guardilla olvidada
Cierra la puerta con llave y va avanzando con soltura
Pareciera su silueta inmortalizarse en el aire
Su cabello negro emprende un baile, infinita dulzura
Que toda la gente aprecia pero no conoce nadie
Tras bajar en ascensor prepara las bocanadas
Del penúltimo purillo de su cajetilla hartada
De colillas que no bota luego saluda al portero
Pero los labios no agota solo basta una mirada
Alicia de tez pálida y de fachada tan fría
De enclaustrada alma tan cálida camina al medio día
Un gesto al barbero de la esquina y se desquicia
Para ellos es un ángel dicen que se llama Alicia
Un tanto despeinada y con un pendiente extraviado
Se abre paso en avenidas de cantantes callejeros
Porque cada hora que pasa para ella es tirar los dados
Y hasta el rumor del gentío le sirve de consejero
Su cuerpo una caja fuerte y los misterios frustran
Jacinto trae el pan que a Alicia tanto le gusta
Deja caer monedas en la barra pero de palabras nada
Dicen que ella no es de aquí, y hasta se asustan
Y cuentan por ahí que se cayo del cielo
Mientras vuelve hacia la calle masticando un caramelo
Un extraño se la topa y cuando la mira de frente
Es una puñalada ardiente rozando su mano de hielo
Ella retorna a su edificio en el centro de la ciudad
Escasa correspondencia solo cuentas que pagar
Vuelve al piso cuarto, su guarida parisina
Y pone su expresión felina mientras intenta observar
A través del ventanal niños jugando en el parque
Ancianos moviendo peones, parejas enamoradas
Que callan al abrazarse mientras pasan los furgones
Luego retoman piropos para el amor alimentar
Y así pasan las horas rebuscando en el baúl
De cosas que no recuerda dando cuerda a una cajita musical
Pintando un telar de rojo y azul
Y recordando el abedul que a los 12 solía trepar
Se apaga su brillo junto al brillo del ocaso
Se repasa el pinta labios por si acaso
Hace caso omiso al apetito aunque el reloj ya da las nueve
Se sienta sobre la cama pensante ya ni se mueve
Gélida si llueve, de pronto tocan su puerta
De cara cansada va y la deja entre abierta
Y así entra ese tipejo sobrado de barba y de pellejo
La azota con su palma y cae lejos
Casi rompiendo el espejo y se pudo desvanecer
El la toma por el cuello de nuevo y la deja caer
Luego la fuerza a hacer eso que ella nunca a querido
Pero con orgullo herido sabe que tiene que hacer
La maltrata y Alicia consciente del abuso
Fe de erratas que el mas cruel destino le depuso
Ella un ángel en venta se va y deja dos billetes ella no le dice vete
El es su dueño y no un intruso
Se va quedando dormida fuera de todo peligro
Y para apurar a Morfeo decide beberse un litro
Mañana no es de nadie y por mucho que no lo quieran
Ella no es cualquiera ella es una princesa de mi siglo