Afeitando la espuma de mi piel
Tu mirada me ayuda a hacerlo bien
Y aun espero el momento de volver
Ante el rey de una mesa para 10
Y aunque no estoy solo siempre hay días en que me haces falta
Nunca corro sobre pisos llenos de fantasmas
Tu cariño te obliga a estar de pie
Ya no hay truenos que ahuyenten tu poder
Y has llegado hasta el fin para nacer
En la brisa que enfría el nuevo amanecer