La cama está revuelta de sábanas y angustia
Se despereza un gato siamés en la penumbra
La luz se abre camino en medio de la bruma
Despacio y en silencio el día se desnuda
Me abruman los recuerdos, me asalta alguna duda
Quién dijo que era el tiempo el que todo lo cura
Con nada me distraigo, maldigo esta fortuna
Sé bien que a perro flaco todo se vuelven pulgas
Las hojas muertas, el otoño, saben que te necesito
Saben que es difícil olvidar
Si no me llega, si no alcanzo a fin de mes a este fracaso
Dime por qué no debo llorar
Cuando tengo lágrimas de sobra
Las regalo y se me doblan
Todo en ti se vuelve sal
Tus ojos son el puente por donde pasa el río
A veces un torrente y de pronto es un suspiro
Y siempre es el espejo en donde yo me miro
Pero las aguas pasan camino del olvido