El dinero de una noche se le acabó
Y el señor remordimiento apareció
Entregado con el juego vino por él
Combinadas las materias para el placer
Fueron una, fueron veinte, fueron cien
Las jugadas bien planeadas, todas por él
Ordenado y bien prolijo para jugar
Pero nunca preparado para pagar
Por mas que no quiera
Su vida es cualquiera
Por mas que no deba
Jugar es su emblema