Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
Polo Montañez
En un cuarto azul pequeño, una mujer se levanta
Y asomándose a través de la ventana
Sin decir una palabra recostándose a la almohada
Esperando tanto amor que le hace falta
Por el brillo de sus ojos, a través de su mirada
Se le nota la necesidad de un beso
Y a la claridad del alba me provoca con su espalda
Apurando la mitad de mis deseos
Con los dedos de sus manos se abre surcos en el pelo
Como una criatura inofensiva
Y le observo cuando duerme su belleza transparente
Que la llego a comparar con una niña
El ventilador de frente, orgulloso la refresca
Siento envidia como el aire la despeina
Y sus labios casi rojos me van llenando de antojos
Y el delirio de poder estar con ella
En un cuarto tan pequeño, donde una mujer descansa
Y a la suave luz que regala la luna
Dan deseos de tenerla, de cuidarla, de quererla
Porque se que como ella no hay ninguna
Con los dedos de sus manos se abre surcos en el pelo
Como una criatura inofensiva
Y le observo cuando duerme su belleza transparente
Que la llego a comparar con una niña
El ventilador de frente, orgulloso la refresca
Siento envidia como el aire la despeina
Y sus labios casi rojos me van llenando de antojos
Y el delirio de poder estar con ella