Tengo el corazón tan triste
Que me daría igual vivir o no
Hay una razón, no pudo ser
Hay una razón, ayer se fue
Se fue, se fue, se fue
Llevándose el perfume de mi cama
El sueño de mis noches
La luz de mis mañanas
La risa de mis labios
La voz de mi garganta
Se fue, se fue, se fue
Perdiéndose despacio en mi ventana
Cerrando los oídos
Volviendo la mirada
Mordiéndose el silencio
Arrastrándose el alma
Llueve sin parar, ¡Qué solo estoy Dios mío!
Quién me iba a decir que nuestro amor
Se fuera a terminar como empezó
En un día gris frente a un balcón