cuando era chico
tenía un perro en el fondo de mi casa
y nunca jugaba con él
lo tenían atado
cuando lo soltaban, me encerraba y lo miraba
desde la ventana
no era malo
nunca había mordido a nadie
cuando me pedían que le diera huesos
se los tiraba desde lejos
cuando murió quedé muy contento
y muy triste a la vez
sentí que nunca podría amar a alguien
mi madre me dijo que no fuera tan dramático
que dejara para después
[2000]