No más tensión
Estoy cansada, desmoronada
No más rencor
En la mirada, que va insegura
Nuestra condena ruega extinta
En el amparo de la duda
Que otorga el ser humano
Abre, la puerta de aquel umbral
Temblará tu pulso frente a Dios
Juicio justo popular
La ira ciega, la razón
Juzgarán, las voces rebelión
De las culpas que no están
Nacarada, sensación
Lo más atar
Las emociones, que vagan libres
No más reñir
Las voluntades, con la ignorancia
Sublime amor en las entrañas
De su conciencia viva
Dame, tu mano de seda y huye
Nada, merece la pena y ven
Temblará tu pulso frente a Dios
Juicio justo popular
La ira ciega, la razón
Juzgarán, las voces rebelión
De las culpas que no están
Nacarada, sensación