Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
Teresa Parodi
I
Ahí vienen rufino, saúl y eleuterio
A ver si le arreglan un poco el alero
Usted nunca piensa en sí misma ayudando
A todos los otros, pregunto hasta cuándo
Ya sé ni me diga ahí vi a la blanca
Le faltan remedios y abrigo le falta
Al hijo de braulio y angá doña clara
Está tan viejita que habrá que ayudarla
II
Allá donde todos están olvidados
Qué cosa difícil es el magisterio
Por eso no puedo sino agradecerle
Que usted fue tan lejos a estarse con ellos
No habrá quién reemplace jamás su ternura
Así reclinada amorosa y paciente
Dejando la vida preciosa y fecunda
En esos lugares lejanos y agrestes
III
Alguno me ha dicho que a veces se queda
Mirando a lo lejos callada y ausente
Tal vez un recuerdo que llega de a ratos
Le toca con pena, señora, la frente
Qué largo el camino, que lejos se pierde
Qué mucho separa por dios a la gente
Qué ingratos que somos ninguno ha pensado
En lo que ha dejado tal vez, para siempre
IV
Ya sé ni me diga usted sólo quiere
Que pueda la elvira hacerse de casa
Que no desesperen ni el braulio ni el frete
Que usted no precisa aun esa plata
Así se hace el hondo país el que duele
Más puro y más solo que tantas palabras
Morirse la vida, vivirse la muerte
En leguas y leguas de tierra olvidada
V
Usted lo ha entendido y sin alharaca
Qué lejos se ha ido a amar a la patria
No quiere que hablemos ahora de eso
Pero es necesario, señora, lo haremos
Así se hace el hondo país el que duele
Más puro y más solo que tantas palabras
Morirse la vida, vivirse la muerte
En leguas y leguas de tierra olvidada