Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Ismael Serrano
Lo amaban, ni más ni menos
Y se sacaba cada mañana
Las espinas del sueño
Juraba y maldecía
Y se enredaba en la alambrada
De la mansa rutina
Vivía como tú o como yo
Los viernes por la noche
Iba a buscar a su amor
Fumaba tranquilo
Planeaba la semana
Y ella le arrancaba el cigarro
Y lo besaba
Y un día lo mordió el virus el miedo
Entendió que las mujeres
Nunca tienen dueño
Y temió que ella marchase
Que se agotase el manantial
Sin un por qué
Venció el miedo y faltó a la última cita
No descolgó el teléfono
Que aullaba en la mesilla
Y el temor a la derrota
Lo agarrotó como un calambre
Sin un por qué
Duro, intenso y precario...
Se enfrentaba cada día
Al oleaje en el trabajo
Y una mañana la cobardía
Lo paralizó en la puerta
Y no entró a la oficina
Volvía a despertar
Y empezaba el periódico
Como tantos -por detrás
Vio y sintió la noche
Del planeta y su desastre
Tuvo miedo y decidió
No salir a la calle
Y ahí lo tienes encerrado en casa
Temblando como un niño
Sellando las ventanas
Para no ver, ni escuchar
Sentir, notar la vida estallando fuera
Por miedo a sentir miedo
Fue a la cama
Como una oruga se escondió
Y envuelto entre las mantas
Se durmió
Hizo humo el sueño
Y se olvidó del mundo
Por miedo a despertar
Aún sigue dormido
Pasaron los inviernos
Y aún sigue escondido
Esperando que tu abrazo
Le inocule la vacuna
Y elimine el virus del miedo
Y su locura