El Sendero de tus Caramelos

Oscuridad como tus ojos
Me tienes pendiente de tu alma y sus antojos;
De mis malas rachas, de mis ojos rojos
Hiciste que viese bonitos mis complejos

Tengo la solución pero no sé ejecutarla
Siempre se me dio bien escribir pero mal quererla
El sendero de tus caramelos me llevó a la pena
Debo morir yo si tú quieres ser eterna. Tú decides

Yo solo soy un mierda más que escribe
Que no aprecia nada de lo que recibe
Yo, mucho de niño, ahora huye. Sueña ser libre
Ama sus penas hasta el punto de que las exhibe

Me tienes arañando en tu puerta
Con astillas en las uñas, con sangre en la garganta
Me tatuo en las cuerdas vocales que me haces falta;
El niño tiene miedo y se escuda tras su manta

No me conoces más allá de lo que enseño
Métete en mi cuerpo y adopta el papel que desempeño
Me guardó, no me lo echó y me llenó de polvo
En el baúl donde descansan y mueren los sueños

El vértigo a soñar despierto: realidad confusa
Me da todo y no la aprecio;
La culpa es suya por darle valor a un necio
Tengo tu corazón bombeando a ochenta hercios

Fíjate, cuando lloro y cuando río
Estados anímicos flotando por el río
Al fin y al cabo no somos tan distintos:
Muñequitos de vudú punzados por instintos

Fíjate, cuando lloro y cuando río
Estáte pendiente si te necesito
Estáte pendiente por si hay que celebrar
La victoria no me sabe igual si no estás al lado mío