Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
Víctor Manuel
En medio de la calle
Me encontré un humilde profeta;
Un pequeño idealista con más hambre que gloria
Más sueños que ambición
Con su cascada voz
Anunciaba la venida de un gran hombre;
De una plaga....
Y alguien sonrió
El pequeño profeta
No inspiraba confianza;
Para convencer a gente tan impura
Son precisas bellas frases
Corbata....cosas fundamentales
De las que aquel buen hombre
En su inocencia carecía
Tenía un gran cartel extendido a sus pies
Hablando de la guerra;
De la olvidada caridad del hombre
Y de tres o cuatro beaterías
Como dijo aquel hombre bien trajeado
Mientras le limpiaban los zapatos
Y le arrojaba unas monedas para intentar callarlo
El profeta tiene la mirada huidiza y el ademán nervioso;
Tiene una mano inútil y sus ojos de perro apaleado
Sonríen levemente si le gritan que trabaje
Y coge sus papeles arrastrando su amargura hacia otra parte
Siempre cuando y no venga algún espía de parte del alcalde
Y le robe su riqueza: ser hermano del aire