Hay un pato bizco
Que se cae a cada rato;
Hombre, pobre pato
¡con los ojos al revés!
Pero es un buen amigo
Mucho muy cortés
Nunca, nunca dice no
Si se trata de un favor
Algunos le ruegan:
"¡Prestame un centavo!"
Busca entre sus plumas
Y entrega dos
Pues su vista es doble
Y su alma es noble
El patito bizco
¡tiene de oro el corazón!