El mal Perdedor

[Letra de "El mal perdedor"]

[Verso 1]
Ya lo ves, mi amor
Estoy perfectamente desde que te marchaste sin decir nada y la boda pagada
Tengo la piel mejor
Y es que todos me lo dicen, en realidad, me has hecho un favor
¿Y ese tipo tan guapo, tan alto y delgado?
Que tanto te hace reír que es fiel y tiene cash
Estoy seguro me cae bien, aunque me caería mejor
Si se hubiera muerto o tuviera una enfermedad terminal
Preciosa, ya no me gustas
En fin, así son las cosas, estoy mejor que nunca
Y como un argonauta zarpo a surcar
El inmenso y trepidante mar de mi libertad
Pero a veces despierto y la ciudad tiene un color incierto
Y aunque sea por un momento
Estoy dispuesto a perdonarte si vuelves
A tragar mi orgullo como un Jose Cuervo, de un golpe
Ser tu segundo plato o tu postre
Aunque sepa ya lo que va a pasar
Nada distinto, no me importaría verlo otra vez, como Los Simpsons
Y guarecerme en mi error de principiante con la soberbia del mal perdedor
Y guarecerme en mi error de principiante con la soberbia del mal perdedor

Sólo por ser tú tragaría mi acritud ¿Qué le vamos a hacer?
Sólo por ser tú repetiría el mismo error una y otra vez, una y otra vez
Sólo por ser tú, sólo por ser tú, sólo por ser tú
Y guarecerme en mi error de principiante con la soberbia del mal perdedor

[Verso 2]
Pero estoy bien, ya te superé
Ya sólo lloro entre semanas, algún sábado y domingos tal vez
Y las mujeres del gimnasio me quieren
Las máquinas me ceden
Les queden las series que les queden
Y me he echado un ligue, nada serio, así, esporádica
Es youtuber, influencer y multiorgásmica
Hace pilates, reiki y cosas así místicas
Dicen que eso tonifica el suelo pélvico
En cuanto a ti, mi amor
Se os ve bien tan bien, por favor
Créeme, os deseo lo mejor
Aunque también sería de mi agrado
Que en el banquete de boda te engañase con un familiar de primer grado
Y si él se aburre de ti, recuerda que estoy yo
Puede que tengas suerte y me lo piense, inténtalo
Y decirte que sí es regañadientes
Con la soberbia del mal perdedor

Y decirte que sí es regañadientes
Con la soberbia del mal perdedor