Él nada sabía de despachos, de ministros
De negocios, de cuentas corrientes
Sólo imaginaba en las noches de invierno
Paraísos de leche caliente
Él en su desierto jugando en la arena
Como juegan los niños de oriente
Nada sospechaba de grandes empresas
Esclavas de sus intereses
Viento del sur, vértigo
Y la media luna le sonrió
Todo estalló a su alrededor
Buitres a su alrededor
Indefenso imán de balas perdidas
Con la mala suerte de los inocentes
Presa desvalida de la cacería
Del que siempre busca blancos diferentes
Triste despedida, el pueblo en familia
Lo acunó en brazos de la muerte
Él en su desierto descansa en la arena
Como duermen los niños de oriente
Buitres a su alrededor