Anochecer

[Verso 1]

Estamos tan acostumbrados a pedir sin dar a cambio
Pronto buscaran la renta, escucharás los comentarios
Dudarán de tu palabra y callarás, no lo contrario
Probarás que tu silencio es garantía propia del sabio
Porque no vamos de fórmulas, mucho menos de horarios
Porque no sabe de tiempo, porque no hay un calendario
Voy a mantenerme hambriento como cualquier visionario
El anochecer es nuestro como todo hijo del barrio
¿Ordinario? Para nada, mejor dicho “¿para qué?”
Suelo trazar estas barras con base en un logaritmo de...
Un doble diez en el tablero marqué
No soy un asesino y eso lo especifiqué
Pero crucifico reyes como en el ajedrez
Soy el empleado del mes, en bancas duermo la siesta
No creo en drogas sintéticas, soy de ron y ya está
El rave me molesta, siempre preferí el play
Los libros, los plumones, el mezcal y el spray
Estuve en otro nivel, en adherible papel
Marqué postes y ventanas con mi hermano Daniel
En el pisto, Rafael, hoy solo es la PC
Porno y diferencial me diferencian de aquel, ¿ves?
Chatarra y cola, mantuve mi vigilia
IOS y hip hop siguen marcando mi filia

[Coro]

No intervengas si no quieres ver que
Aquí estaremos hasta anochecer
Ha resultado mantenerse fiel y
No hay quién, no hay quién

[Verso 2]

He regresado desde el último piso
El frío está enfermizo, no quiero regresar
La gente sabe quién y cuándo me hizo
Cualquier conjetura saben que no es verdad
Así que ya saben de que rollo es esta índole
Víctimas del síncope no se querrán zafar
Perdido en el sofá, víctima del jazz
Víctima del hip
Víctima del hop
Así de raro es el papel de mi misión
Un plan de satisfacción provoca la adicción
Cualquier aclaratoria: no sé causar división
Y quiero acabar con esto, quiero hacer otra canción
Con nada, solo esto, es que que me siento completo
Ver nucas exigentes recogiendo el esqueleto
Si no es pieza sencilla, no distingo el sujeto
Soy de la capital por eso me gustan los retos

[Coro]

No intervengas si no quieres ver que
Aquí estaremos hasta anochecer
Ha resultado mantenerse fiel y
No hay quién, no hay quién