Ábrete Sésamo, Ábrete Sésamo, Ábrete Sésamo
Sonreía Sherezade y sus dientes, como filas de perlas
Como blanco granizo, como flores
Centelleaban al sol por la grandeza de Alá y en su boca
Las más bellas fábulas cobraban vida para el Rey
Comenzó, así, la bella a relatar
De Alí Babá y los 40 ladrones
Ábrete Sésamo, Ábrete Sésamo, Ábrete Sésamo
Alí había seguido a escondidas, como una sombra
A una banda de ladrones
Caminaban por el bosque en fila India
Llеgaron a la entrada de una gran caverna
Escondida еntre arbustos cuando su jefe, imperioso, ordenó:
Sésamo, ábrete la roca, giró sobre su eje
Y, como una puerta, se abrió
Monedas de oro, piedras preciosas, sables centelleantes
Y alfombras de Búlgara
Orzas de vino preciado, vasos llenos de luces lunares
Que iluminaban todo para el placer de los ojos
Cuando los ladrones huyeron al galope
Y ya estaban muy lejos, Alí Babá se armó de valor
Y palpitaba su corazón como mil caballos
Asustado y temblando
Repitió la fórmula mágica:
Sésamo, ábrete la roca, giró sobre su eje
Y, como una puerta, se abrió:
En tal punto, ya de día, Sherezade se detuvo
Y el cuento se acabó