(«Tengo muchas fantasías... Me imagino, a veces, matando a alguien.»
Ingmar Bergman)
Parecía tan fácil vivir
No era más ni era menos que un juego
Casi como jugar al parchís
Que obligaba a llegar el primero
Se trataba de darse un festín
De comerse enemigos hambrientos...
Y así es como jugando aprendí
A ser un contrincante
Dispuesto al ataque
El filo de un sable
Erguido en el aire
La bestia en el ángel
Que libra combates
Cuerpo a cuerpo, cuerpo a cuerpo
Cuerpo a cuerpo
Contra el amor, contra el odio y también contra ti
Contra la vida, la muerte y también contra mí
Descubierto más tarde el amor
No era más que jugar con el fuego
Yo te apunto con el corazón
Tú disparas con balas de hielo
La pasión es un beso feroz
Entre la carne y el esqueleto...
Y así es como el amor me enseñó
A ser un contrincante
Dispuesto al ataque...
Y cercana la recta final
No era más que jugar a hacer tiempo
Evitando mirar hacia atrás
Y pisando muy firme el terreno
A la espera de verle la faz
A la dama del último duelo...
Y así es como dejé de matar
De ser un contrincante
Dispuesto al ataque...