Sir Paul McCartney dijo que el pop era “Canciones tontas de amor” (Silly Loves Songs) y Rele hace “Pop triste de mierda”. Desde hace un par de años Rele nos ha acostumbrado a darnos bien una de estas dos canciones: La que tienes con la persona que acabas de conocer y todavía sonríes cuando ves su nombre en el WhatsApp… o la que tienes que escuchar justo después de borrar su número.

La música de Álvaro es fácil de definir, pocos acordes y mucho color. Sin embargo, el songwritter, productor e ingeniero de sonido siempre aspira a darnos esa frase que define por lo que estas pasando. Es música para bailar en la cocina. Con una voz que apuesta por una estética radical normalmente o la odias o la amas, o quieres más o cierras Spotify de golpe, o bajas o subes el volumen hasta que duela… y si estás aquí probablemente sea la segunda.

El proyecto de Álvaro nació con una campaña de marketing cuanto menos original, Con “Skyline” lanzo una campaña viral en redes por la cual pedía ayuda para encontrar a Yvory, su alpaca perdida… Después de días de búsqueda y de conseguir la ayuda hasta de muchos usuarios de redes sociales encontraron a la alpaca… en el videoclip de Skyline.
Desde entonces el artista se ha relacionado tímidamente con medios como Urban Club Magazine o Grindin y ha colaborado con artistas con proyección como Young Les Paul (“Corazones de Cristal”) o algunos más establecidos como Selecto Picasso y Sadly (“Voy a poner a Madrid a Llorar Remix”) o Kyotto y Sushiking (“No erés tú”).
Otros de los cortes más destacados de la discografía de Rele son “Iceberg”, “Ni tú te lo crees” o “Sin Anillos”, los cuales describen a la perfección la figura del artista.

Álvaro comenzó a hacer música con 8 años cuando le regalaron una guitarra, desde entonces tonteaba con varios instrumentos y acabó por tomar un micrófono prestado del teatro donde trabajaba como ayudante de sonido a los 14 años. Desde entonces los años de grabación casera se suceden, marcados por el perfeccionamiento de la técnica y la búsqueda de hacer música cada vez más compleja. Pero esto toca techo en el momento que nace el planteamiento de Rele y el artista se da cuenta de que no quiere hacer música compleja, quiere hacer música que llegué.
El proyecto de Rele se crea entre amigos con la ambición de hacer una de estas dos canciones, la que tienes con la persona de la que estás enamorado o la que pones justo después de borrar su número.