Went (Israel Flores Castillo) es recordado como uno de los raperos más influyentes de Monterrey, México. Desde joven, Israel se sumergió en el mundo del rap, escuchando diversos estilos provenientes de múltiples lugares, y rápidamente compartió esta pasión con sus primos. Juntos comenzaron a explorar los elementos del hip hop, como el rap y el graffiti, formando el colectivo Wow Crew en 2007 o 2008.
Con el tiempo, Israel fue perfeccionando su estilo, tanto en las letras como en el flow, y construyó su propio estudio, Howse Records, donde su talento floreció. En 2009, gracias a un integrante de Wow Crew llamado Buns, Israel conoció a Mago Reke (Erick Mancilla Esparza), otro rapero con un grupo llamado Kodigo 36. Este grupo incluía a Antonio López (conocido como “Cruel”) y Agustín González (con el nombre artístico “Welmo” o “Wz”). Fue a través de esta conexión que Went se unió a Kodigo 36.
La primera colaboración de Reke en Howse Records fue posiblemente la canción “Se Me Antoja”, aunque se estima que grabaron alrededor de cinco temas antes de que Went se integrara oficialmente. Tanto Went como sus compañeros mostraban un talento enorme, y pronto empezaron a colaborar con otros grupos de la escena como Mente en Blanco y Casa Criminal/Enfoke Demente (ahora conocida como Thr Cru2). Fruto de esta época fue el disco Crónicas de un Demente.
Lamentablemente, en 2010, la tragedia golpeó al grupo: Antonio López, “Cruel”, fue asesinado siendo inocente, lo que sumió en el dolor a sus amigos y colegas. Este evento provocó que tanto Agustín, Erick como Israel se alejaran de la música, aunque Erick, aunque con dificultad, logró retomar su carrera.
Se rumorea que en 2011, Erick y su familia fueron víctimas de un ataque violento, donde un grupo armado irrumpió en su casa tras confundirlos con miembros de un cártel. En ese terrible evento, la hermana de Erick, Abril, logró esconderse en el baño, pero Erick y su hermano fueron secuestrados.
A pesar de esta trágica historia, el legado de Went, de Kodigo 36 y de todos sus compañeros sigue vivo. Hoy en día, sus canciones se recuerdan como símbolo de una época vibrante y desafiante en la escena del rap mexicano.