Tras el confinamiento originado por la pandemia, con solo 15 años el cantante decidió echarse a las calles a probar suerte en la música. Cada viernes, durante más de 3 años, armado únicamente con un altavoz y su guitarra, se ha plantado en la misma esquina de la Gran Vía madrileña para cantar versiones de canciones nacionales muy conocidas. Poco a poco, comienza a hacerse un imprescindible en Gran Vía, tanto que cada semana acaba rodeado de decenas de personas que se paran a escucharle y disfrutar de sus conciertos. Sus covers son cada vez más sonadas y comienzan a llamar la atención de compañeros de la industria. Tras fichar por Warner Music y Get In, Charlie comienza a componer su propia música.